El líder opositor José Daniel Ferrer se declaró en huelga de hambre en la prisión de Mar Verde, en Santiago de Cuba, para protestar contra su reclusión, que considera ilegal e injusta, y las condiciones infrahumanas en las que vive la población penal.
Con su acción, el fundador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) demanda también que cesen en ese centro penitenciario los malos tratos, los abusos, el hambre, la falta de atención médica, la provisión de alimentos en estado de descomposición y de agua contaminada.
La información, publicada en las redes sociales del preso político, fue confirmada a Martí Noticias por su hermana, la activista exiliada en Estados Unidos Ana Belkis Ferrer.
“Nos llegó la información, por dos vías, que ya José Daniel estaba en huelga de hambre. Todo indica que adelantó la huelga de hambre que nos había mandado a decir comenzaría el día 1º. de julio”, dijo la hermana del preso político, sin aportar más detalles.
José Daniel Ferrer denunció, además, que ha sido agredido en dos ocasiones por reos comunes al servicio de los mandos penitenciarios y de la Seguridad del Estado.
“Llevaron delincuentes al servicio de la dictadura recluidos en prisión de Boniato para Mar Verde a golpear a José Daniel”, indicó Ana Belkis.
Las autoridades acusan al líder de UNPACU y coordinador del Consejo para la Transición Democrática en Cuba de propaganda contra el orden constitucional y desacato a la figura del gobernante Miguel Díaz-Canel.
Antes de ser devuelto a prisión, Ferrer estableció en su casa del reparto santiaguero Altamira, que sirve de sede a la UNPACU, un comedor donde cientos de personas vulnerables acudían a alimentarse diariamente.
Declarado "prisionero de conciencia" por Amnistía Internacional, Ferrer, de 54 años, es uno de los 75 opositores condenados durante la Primavera Negra de Cuba en el 2003. Su sentencia fue de 25 años de privación de libertad, pero fue liberado en 2011 bajo una licencia extrapenal. En 2019, fue sentenciado nuevamente a cuatro años y medio de cárcel.
Seis meses después lo liberaron con una medida cautelar de “limitación de libertad”, que le fue revocada el 11 de julio de 2021, cuando intentó sumarse en Santiago de Cuba a las masivas portestas que sacudieron la isla ese día.
El pasado 29 de abril, el régimen cubano revocó la libertad condicional otorgada a Ferrer en enero, tras conversaciones entre el Gobierno y el Vaticano.
Las autoridades de la prisión de Mar Verde han impedido, en numerosas ocasiones, la visita familiar al líder opositor.
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